Sunday, September 7, 2014
PERO...¿QUE QUIEREN ELLAS?
Estimados caballeros, por nuestra salud mental y emocional, debemos saber que ellas no hablan como nosotros, nunca quieren decir lo que están diciendo, y entenderlas lleva algunos años de entrenamiento; es casi como aprender otro idioma.
Cuando ella te diga: "No me pasa nada": En algunas contadas ocasiones puede que no le pase nada y lo diga en serio, pero la mayor parte de las veces cuando ella tiene esa carita particular, esa actitud algo arisca o cuando simplemente la notas diferente y ante el interrogante "¿Qué te pasa?" ella responde "Naaaaada" (lacónicamente), mi viejo, te aseguro que algo le ocurre y quiere que lo sepas.
Por eso lo mejor que puedes hacer es decirle directamente qué sabes que algo sucede y que te lo puede contar y dependiendo de lo que sea vendrá una tormenta: la molestia, la tristeza o cualquier otra emoción, así que, se hombre y estate preparado para lo que venga.
Cuando ella te diga: "Se sincero", no hay ningún problema con la honestidad, ella la aprecia y la recibe con gusto, pero cuando ella te diga "Se sincero" hazlo, pero con mucho cuidado, es decir, elige tus palabras para la siguiente pregunta que te lanzará segundos después, que podría ser: “¿Me ves más gorda?”, ella quiere que respondas un “NO” rotundo, rápido y seguro, no dudes ni titubees; ella quiere escuchar que la amas tal como es, ella quiere saber que no importa si su cuerpo cambia; tú estarás allí, haz que lo entienda.
Cuando ella te diga: "Tranquilo, déjalo así", esa es una frase universal que puede tener diversos significados, por ejemplo,
si te encuentras haciendo alguna tarea sin éxito, ella dirá "tranquilo, déjalo así" que se traduce en "mejor lo hago yo".
Si están en medio de una discusión por algo y ella responde "tranquilo, déjalo así" es bueno que sepas que así no se quedará y que en un futuro inmediato, cercano o lejano ella te dirá lo que le faltó completar de esa discusión.
No te ilusiones, la charla no quedará así, ella tiene varios gigas mas de memoria que nosotros.
Te cuidado cuando ella use el plural. Frases como "¿Podríamos ayudar a mi papá con la mudanza no?", ¿Sería bueno que pintáramos el cuarto verdad?", quieren decir básicamente: “Espero que lo hagas, pero no quiero que lo sientas como una orden directa”. Es así de simple, no trates de buscarle la vuelta. El plural es solo para que no te sientas mal, pero lo vas a tener que hacer…en singular.
Cuando ella te diga: "En cinco minutos estoy lista", directamente es bueno que sepas que "en cinco minutos" es un tiempo imaginario, relativo y ficticio, es una expresión que ella usa para calmar a aquel que la espera, pero que en realidad significa "no estoy lista, "no he llegado", "me demoré", entre otras posibles acepciones, así que paciencia, es así como funciona. No son “cinco minutos” de reloj, son “cinco minutos” en su cabeza, que podrían ser 30 minutos reales. Y te aseguro que no lo hace por maldad, luego de media hora te dirá con una sonrisa: “¿Viste que eran solo cinco minutos?”; es como que ella maneja otra dimensión de espacio y tiempo.
Yo se que suena complicado, pero por mi parte, yo creo que es lo que cualquier buena mujer se merece; así que, a trabajar duro, mi amigo.
Y UN BONUS, ESCRITO POR ELLAS:
Amamos a los hombres porque jamás nos van a entender, y aun así lo siguen intentando.
Porque todavía nos encuentran atractivas cuando nosotras mismas ya no conseguimos creérnoslo.
Porque saben de ecuaciones, de política, de matemáticas, de economía, pero no saben casi nada acerca del corazón femenino.
Porque nunca les da miedo la oscuridad.
Porque se empeñan en arreglar cosas con problemas que están más allá de sus habilidades, y se dedican a ello con entusiasmo adolescente, y se desesperan cuando no lo consiguen.
Porque siempre sabemos lo que están pensando, y cuando abren la boca dicen exactamente lo que imaginábamos que pensaban.
Porque jamás les pasó por la cabeza martirizarse con tacones altos.
Porque les encanta explorar nuestro cuerpo, y conquistar nuestra alma.
Porque una chiquilla de 14 años puede dejarlos sin argumentos, y una mujer de 25 consigue domarlos sin mucho esfuerzo.
Porque son capaces de hacer cualquier cosa por esconder su fragilidad.
Porque el mayor miedo de un hombre es no ser un hombre –lo cual nunca le pasaría a una mujer por la mente (no ser una mujer).
Porque siempre se terminan toda la comida del plato, y no se sienten culpables por ello.
Porque les parecen interesantísimos ciertos temas sin gracia ninguna, como lo que les ocurrió en el trabajo, una película de acción o las características de algún auto.
Porque están dotados de hombros en los que conseguimos dormir sin mucho esfuerzo.
Porque están en paz con sus propios cuerpos, a excepción de pequeñas e insignificantes preocupaciones como la calvicie o la obesidad.
Porque son asombrosamente valientes ante los insectos.
Porque nunca mienten sobre su edad.
Porque pueden orinar de pie y no tienen que depilarse.
Porque a pesar de todo lo que intentan demostrar, no consiguen vivir sin una mujer.
Porque cuando a uno de ellos le decimos “Te quiero”, siempre pide que le detallemos cuánto.
En cambio, para nosotras las mujeres, escuchar un “Te quiero” es siempre un bálsamo para nuestras almas. Y si no nos lo dices, nos pondremos tristes.
Nos pasa lo mismo con “¡Qué guapa estás!”. Se tarda menos de dos segundos en pronunciar estas tres palabras mágicas, capaces de transformar nuestras pesadillas en verdaderos cuentos de hadas.
Si te preguntamos qué ropa nos ponemos, no te enfades si al final decidimos vestirnos justo con lo opuesto de lo que elegiste: forma parte de nuestra naturaleza.
Si, nada más al conocernos, nos invitas a cenar y no aceptamos inmediatamente, no te preocupes; es que necesitamos unos días para perder los kilos sobrantes que, según creemos, nos arruinan constantemente nuestras vidas.
Las mujeres siempre se acuerdan de todo. Si preguntas cuándo nos conocimos, ninguna de nosotras va a decir: “En una fiesta”, sino: “Fue un martes, justo después de una cena en la que nos sirvieron ensalada y pollo, llovía y tú llevabas chaqueta negra”.
Por mucho amor que seamos capaces de dar, hay días en los que preferimos estar lejos de todo y de todos. En esos casos, tienes dos opciones: atarte a un poste y esperar a que pase la tempestad completamente mudo, o correr al shopping más cercano y comprarnos un regalo. Recomendamos la segunda opción.
Tenemos el mismo poder de raciocinio que los hombres o aún superior, pero es mejor que no lo notes, o empezarás a sentirte inseguro. Las mujeres que lo dejaron demasiado claro acabaron solas.
Las mujeres disponemos de una visión de rayos X. Podemos mirar hacia unos ojos negros y duros, y descubrir al niño que hay en el fondo, y podemos también fijarnos en unos angelicales ojos azules, y encontrar al demonio que se esconde tras ellos.
Si tenemos que discutir algo contigo, no quieras darnos la solución: nosotras ya la tenemos. Se trata apenas de un pretexto para evitar que la relación se convierta en algo aburrido. No siempre necesitamos respuestas, solo que nos escuchen.
La delicadeza y la caballerosidad, cuando es genuina, es capaz de derretirnos por completo.
Si eres detallista, dulce, siempre hueles bien, tienes buen humor y además nos prestas atención a todo lo que hablamos como si nada mas en el mundo te importara, tendrás nuestro corazón en tu mano.
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